Elecciones en Honduras 2025: Resiliencia democrática frente a retos persistentes
Un proceso complejo y altamente competitivo
Honduras estableció en su Constitución de 1980 un régimen presidencial y un Congreso unicameral. Aunque históricamente estuvo dominado por el bipartidismo entre el Partido Liberal y el Partido Nacional, en la última década surgió un tercero; el partido Libertad y Refundación (Libre). En una sola jornada electoral Honduras elige autoridades presidenciales, legislativas y municipales, lo que hace del proceso un desafío logístico considerable. El sistema de listas abiertas y desbloqueadas por distritos departamentales para el Congreso presenta complicaciones en la emisión del voto y el conteo. Existen primarias simultáneas, no obligatorias, con paridad que registran una participación del 43 por ciento.
Una reforma clave tras las irregularidades señaladas en 2017, que culminaron con un cuestionado triunfo para un segundo mandato del entonces presidente Juan Orlando Hernández, dividieron el antiguo Tribunal Supremo Electoral en dos órganos: el Tribunal de Justicia Electoral (TJE) y el CNE. Sin embargo, en el último año las discrepancias significativas al interior de los órganos electorales han dificultado decisiones operativas y de transparencia del proceso electoral.
Las elecciones generales de 2025 estuvieron marcadas por polarización extrema, campañas de desinformación e impedimentos selectivos a la labor de la prensa, tensiones institucionales y acusaciones infundadas de fraude desde los partidos principales. La campaña se centró en ataques entre candidatos más que en propuestas programáticas. Tal como indica el informe preliminar de la Unión Europea: “Las libertades fundamentales se respetaron durante la campaña electoral, a pesar de que se había declarado el estado de excepción en la mayoría de los municipios. Los partidos políticos pudieron hacer campaña sin obstáculos”. Las encuestas señalaban un empate técnico, y el inusual respaldo público del presidente de los Estados Unidos al candidato opositor Tito Asfura, apenas tres días antes de la elección, añadió tensión, que se agravó con el indulto otorgado al expresidente Juan Orlando Hernández, acusado y convicto por narcotráfico en Estados Unidos.
La jornada electoral y los primeros resultados
A pesar de las tensiones previas, la jornada electoral se desarrolló con relativa calma, con incidentes aislados reportados por la misión de observación de la Unión Europea. IDEA Internacional visitó centros de votación en Comayagua y Tegucigalpa, donde hubo una alta participación, especialmente de jóvenes. El proceso, sin embargo, fue lento y en múltiples pasos, lo que generó largas filas y obligó al CNE a extender una hora más el cierre de la votación. También se apreciaron fallas en la implementación del sistema biométrico, desafíos de accesibilidad y en la emisión del voto para las personas con discapacidad, episodios de “voto cantado” y una amplia presencia de fuerzas militares.
El conteo avanzó con lentitud en las Juntas Receptoras de Voto: a las 22:30 del domingo 30 de noviembre solo se había procesado el 34 por ciento de las papeletas presidenciales. Adicionalmente, el sistema de transmisión rápida (TREP) fue suspendido al 57 por ciento de cargue de las actas, lo que incrementó la desconfianza entre los partidos y la ciudadanía.
Los datos actuales muestran una leve ventaja para Salvador Nasralla —Partido Liberal— (40,33 por ciento), seguido por Nasry Asfura —Partido Nacional— (39,57 por ciento) y en tercer lugar la candidata oficialista —Libre— Rixi Moncada (19,01 por ciento). Datos al 3 de diciembre, con el 79,1 por ciento de mesas escrutadas.
El martes 2 de diciembre, el CNE reconoció fallas técnicas en la divulgación de las actas y exigió una solución a la empresa contratada. Como medida temporal, habilitó un acceso controlado para medios de comunicación y partidos políticos mientras se procesan las actas pendientes y de contingencia.
Ante estos últimos acontecimientos, se abre un compás de incertidumbre. Desde IDEA Internacional hacemos un llamado a la racionalidad y compromiso democrático de los actores a respetar la voluntad popular y los resultados definitivos, e instamos a las autoridades electorales a oficiar con diligencia y transparencia para que como indica la ley, el próximo 30 de diciembre se publique la declaratoria oficial de los resultados y el 27 de enero de 2026 asuma un nuevo gobierno que refleje la voluntad de las urnas.
Centroamérica ha experimentado en la última década un deterioro democrático significativo, evidenciado por la reducción del espacio cívico y retrocesos en libertad de prensa, de acuerdo con el Estado Global de la Democracia. En ese contexto, Honduras se mantiene como un país formalmente democrático —a diferencia de los giros autoritarios en Nicaragua o El Salvador—, aunque arrastra vulnerabilidades históricas que limitan la calidad de sus instituciones.
IDEA Internacional implementa, desde julio de 2024 el proyecto Mejorando la resiliencia de la democracia en Centroamérica, financiado por el gobierno del Gran Ducado de Luxemburgo para fortalecer capacidades democráticas en Centroamérica, incluyendo Honduras.