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Nicaragua: Crónica de una muerte anunciada

June 28, 2021 • De parte de Kevin Casas-Zamora

 

Aclaración: Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas de su autor e independientes de intereses nacionales o políticos particulares. Además, estas opiniones no representan necesariamente la posición institucional de IDEA Internacional, su Junta de Asesores o su Consejo de Estados Miembros.

 

En diciembre de 2008, tras la celebración de unas elecciones locales cundidas de fraude en Nicaragua, escribí un artículo que llamaba a la comunidad internacional a impedir que el país se convirtiera en la Zimbabue del hemisferio occidental y Daniel Ortega en Robert Mugabe. Los comicios, que se llevaron a cabo sin observadores internacionales respetables y bajo la mirada complaciente de una autoridad electoral controlada por el gobierno, fueron el primer síntoma tangible de que el fin del breve interludio democrático del país no era ya un riesgo, sino una realidad.

No sucedió gran cosa entonces. Unas pocas agencias de cooperación europeas se retiraron discretamente del país, en tanto el gobierno estadounidense emitió algún gruñido de desaprobación, justo lo necesario para no entorpecer la colaboración de Ortega con sus esfuerzos contra el narcotráfico. Sobre todo, en un patrón que se repetiría incesantemente hasta del día de hoy, hubo un silencio total de parte de los vecinos centroamericanos de Nicaragua, con la intermitente excepción de Costa Rica.

Lo que siguió fue un descenso imparable hacia un régimen autoritario, definido por la cooptación de todas las instituciones por parte del gobierno, el estrechamiento de los márgenes de acción para la oposición política y la sociedad civil, el constante acoso a los medios de prensa independientes y el silencio cómplice de poderosos actores sociales, en particular la elite empresarial. Pese a que todo esto sucedió a plena luz del día, fue curiosamente inadvertido. Ocupados por la inagotable calamidad de Venezuela, nadie en América Latina o más allá tuvo la disposición de prestar atención a un nuevo colapso democrático en la región.

Lea el artículo completo publicado en El Confindencial.

Acerca de los autores

Kevin Casas-Zamora
Kevin Casas-Zamora
Secretary-General
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