
Entre los problemas que actualmente enfrenta la democracia en Europa se encuentra el bajo nivel de participación pública y de respaldo a los partidos políticos, así como protestas masivas que exigen la rendición de cuentas y respuestas de parte de los gobiernos.
En respuesta a lo anterior, en Europa oriental, países desde Ucrania a Moldova están experimentando grandes retos democráticos y rápidas reformas democráticas. En las democracias establecidas de Europa central y occidental, las protestas ciudadanas a gran escala y la decreciente participación ciudadana a través de instituciones tradicionales ponen en duda la legitimidad de procesos democráticos que una vez fueron es tables. Estos cambios han provocado un rápido aumento en la solicitud de nuestro apoyo por parte de actores en toda la región de la Gran Europa.